Sonrisas y sueños

sábado, 22 de marzo de 2014

Red Velvet cake o Tarta terciopelo rojo


Red Velvet cake o Tarta terciopelo rojo

275 g. de harina de trigo
20 g. de cacao sin azúcar
300 g. de azúcar blanquilla o normal
130 g. de mantequilla
1 cdta. de levadura química (tipo Royal) o polvo de hornear
1 cdta. de bicarbonato sódico
2 huevos
250 ml. de Buttermilk
1 cdta. de extracto de vainilla
2 cdtas. de vinagre de vino blanco
1/4 cdta. de sal
Colorante alimenticio Rojo en pasta
Glaseado de queso: 100 g. de mantequilla, 400 g. de queso en crema, 200 g. de azúcar glass y 1 cdta. de extracto de vainilla 

PREPARACIÓN DE LA TARTA Y BASE DE LA RED VELVET

Si no tenemos buttermilk lo primero que haremos será prepararlo. Ponemos 250 ml. de leche entera en un bol y le añadimos un chorrito de jugo de limón. Dejamos que repose por lo menos durante 15 minutos. Pasado este tiempo parecerá como si la leche se hubiera cortado, en ese momento estaría perfecto.
En un bol tamizamos la harina, el bicarbonato, la sal, la levadura y el cacao. Reservamos.
En otro bol mezclamos el buttermilk, el vinagre, el colorante rojo y la esencia de vainilla.
En un tercer bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta hacer una crema.
Incorporamos los huevos uno a uno batiendo bien cada vez. Vamos echando a esta mezcla de manera alterna el contenido de los boles de los sólidos y los líquidos en cuatro y tres veces, comenzando por la harina.
Untamos  con mantequilla el molde que vayamos a utilizar, vertemos la mezcla y horneamos con el horno, previamente caliente, a 175º C durante 30 minutos.
 Como cada horno funciona de una manera distinta os recomiendo que estén pendientes y que prueben a pinchar el cake con un palito cuando crean que puede estar, si el palito sale seco estará listo. Si lo que tenemos previsto es hacer una tarta de capas rellenas de crema, seguramente nos será más fácil hornear el bizcocho en varios moldes en lugar de en uno sólo. Esto nos evitará el trabajo de cortar las capas. Aunque siempre tenemos la alternativa de no hacer capas y decorarlo con azúcar glass.
Retiramos el molde del horno y lo dejamos enfriar en una rejilla sin desmoldar durante 10 minutos.
Una vez templado le podremos dar la vuelta y quitarlo del molde sin dificultad. Lo ideal es preparar este bizcocho con un día de antelación si la intención es capearlo y rellenarlo de crema. Una vez que el bizcocho está frío lo envolvemos en papel film y lo guardamos en la nevera hasta el día siguiente. Así conseguimos que el bizcocho asiente su miga y sea más fácil manipularlo en el corte y el montaje de la tarta.
PREPARACIÓN DEL GLASEADO DE QUESO Y DECORACIÓN FINAL

Para preparar esta cobertura es necesario que la mantequilla y el queso estén a temperatura ambiente. Batimos primero la mantequilla con el azúcar hasta que se haya creado una crema blanquecina. Añadimos el queso y el aroma de vainilla y batimos con una batidora de varillas mezclando bien.
Cortamos el bizcocho con un cuchillo de sierra en tantas capas como queramos. Con una espátula vamos colocando
alternativamente una capa de bizcocho y otra de crema de queso, hasta terminar con la última capa de bizcocho.

Acabamos decorando la tarta con crema de queso.

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